El verano ya está a la vuelta de la esquina, y seguro que ya tenéis ganas de coger el coche y empezar a disfrutar las vacaciones. Nosotros también!!!. Pero antes de empezar las vacaciones, es aconsejable realizar una revisión a nuestro vehículo.
Uno de los elementos que tenemos que comprobar (no solo ahora) sino periódicamente son los neumáticos ¡incluido el repuesto! Recordar que son el punto de contacto del vehículo con la carretera.
En península recomiendan montar gomas específicas de verano. Para canarias no es el caso. Pero si debemos revisar si el neumático está desgastado el dibujo, el cual debe tener al menos unos 1,6 milímetros de profundidad, según la legislación vigente.
Para comprobarlo, es conveniente aparcar en una superficie plana y girar el volante unos 45º. Con un profundímetro realizaréis la medición en los canales principales del neumático, así como en varios puntos de su circunferencia para saber si el desgaste es uniforme.
Mientras se efectúa esta comprobación en las cuatro ruedas, es aconsejable detectar cualquier corte, bulto u otra alteración. En el caso de haya algún problema, debéis acudir a un experto.
Otro punto importante para garantizar la seguridad en marcha es llevar las ruedas con la presión adecuada. Si ésta es inferior a la recomendada, los neumáticos se sobrecalientan, incrementan el consumo de combustible y se deterioran antes. Además, aumenta la distancia de frenado y el riesgo de sufrir aquaplaning.
Por otro lado, si la presión es mayor, la vida útil de la goma es inferior y se reduce la adherencia al piso, lo que afecta al comportamiento del coche.
La comprobación de la presión debe efectuarse con el neumático frío, es decir, habiendo recorrido menos de 4 kilómetros. Si se hace en caliente, nunca debe desinflarse y hay que añadir 0,3 bar a la cifra recomendada por el fabricante, que está indicada en el manual de usuario.
¡También cuidado con el sobrepeso!
En el momento de inflar los neumáticos hay que tener en cuenta cuánto vamos a sobrecargar el vehículo.
Lo más recomendable es incrementar la presión según los consejos del fabricante y reducirla una vez se ha llegado a destino y se ha quitado toda la sobrecarga. No hay que olvidarse de hacer esta misma operación en el trayecto de regreso.
Si se lleva el coche sobrecargado hay que incrementar la presión según indique el fabricante. Lo importante es llegar siempre sanos y salvos.
Así que no os olvidéis de realizar un buen mantenimiento del coche. ¡Felices vacaciones!