Mantenimiento adecuado para los neumáticos
Ya seas un conductor esporádico o de los que se embarca a menudo en largos viajes por carretera, en ambos casos debes tener en cuenta que el estado de tus neumáticos es un factor primordial a la hora de garantizar la seguridad en la conducción. Ellos son el punto de contacto del coche con la carretera por donde circulas, y su estado debe ser óptimo en todo momento. Como es lógico, las ruedas se desgastan y envejecen con el uso, pero llevando a cabo un mantenimiento adecuado de los neumáticos podrás alargar su vida útil.
La presión es uno de los factores más a tener en cuenta a la hora de establecer el buen o mal estado de unos neumáticos. Una buena presión ayuda a minimizar su desgaste, mejora la seguridad y además es menos dañino para el medio ambiente. Una baja presión aumenta el riesgo de dañarlos, pero un exceso del 20% reduce considerablemente su rendimiento. Por ello, es necesario consultar la presión de inflado recomendada por el fabricante. Debes fijarte también en el dibujo de los neumáticos, ya que el agarre y la tracción dependen de esos sutiles surcos. Es importante revisar periódicamente la profundidad del dibujo, que no baje del límite establecido de 1,6 milímetros. Si la cifra es menor, la conducción puede ser peligrosa, ya que estos dibujos son los encargados de evacuar el agua que queda entre el neumático y el asfalto cuando está encharcado. A mayor profundidad, más control tendrás sobre las ruedas. Estos son algunos de los conceptos a tener en cuenta para mantener en buen estado los neumáticos, pero no los únicos.
Tu manera de conducir también influye.
Para que tu vehículo tenga unos neumáticos en buenas condiciones, procura no circular con acelerones y frenazos bruscos, ya que de esta manera se queman y pierden su dureza. Si conduces de manera suave, consumirás menos combustible y reducirás el desgaste de la goma. Y en el momento de aparcar, fíjate en los bordillos e imperfecciones del terreno, ya que en ocasiones pueden ser incluso motivo de pinchazo.
Cada vez que cambies o desmontes los neumáticos, es recomendable hacer un correcto equilibrado. Esta alineación se basa en restablecer las condiciones geométricas originales de las ruedas, según cada fabricante, para de este modo asegurar la estabilidad direccional del vehículo. Así eliminarás las vibraciones de las ruedas al rodar en el asfalto y evitaras un mayor desgaste del neumático, de la suspensión y los rodamientos.
Por pequeños que sean, los tapones de las válvulas, tienen una función importante dentro de las pautas para un correcto mantenimiento de los neumáticos, ya que son los encargados de aislar y proteger la válvula de la suciedad y el polvo.